La televisión, o como ha sido llamada de manera vulgar durante mucho tiempo, la caja tonta, nos ha traído una gran cantidad de programas televisivos que han dejado huella. Quien no se acuerda del primer Operación Triunfo, o del primer Gran Hermano. Supusieron la revolución de la televisión, y el comienzo de los “reality shows” que tanto éxito han tenido, y que en castellano tienen una traducción lo suficientemente interesante como para mencionarla: programa de telerrealidad.
Respecto a los programas de cocina, cabe decir que desde hace años que se emitían, pero no fue hasta la aparición de Gordom Ramsey en Pesadilla en la Cocina, cuando la telerrealidad llegó a las cocinas. Y la verdad es que fue algo bastante chocante, pues mostró la cantidad de suciedad que se puede acumular en una cocina. Algo que puede asustar bastante. En España tuvimos nuestra ración de realidad con el programa de Alberto Chicote, Pesadilla en la Cocina, que dejó imágenes dignas de ser cerradas bajo llave por riesgo para la salud pública.
Pero también hubieron programas que al contrario de los anteriores mostraban la cara más competitiva, profesional y loca de la cocina. Hablamos de los programas de Master Chef y Top Chef. Ambos programas dejaron tras de si a profesionales de la cocina que se han hecho una fama en los fogones, para bien o para mal.
Uno de estos programas hizo varias ediciones bastante vistas, pues invitaban a los famosos para levantar y reavivar un concepto bastante interesante, y que año tras año explotan hasta la saciedad. Pero no solo han jugado con el morbo de ver como se maneja un famoso en la cocina, sino que han dado un paso más, y han metido a los niños.
Cómo decían en la legendaria serie de televisión Los Simpsons: ¿es que nadie piensa en los niños? Bueno, esta vez no se han propuesto nada malo, sino todo lo contrario, pues se ha llevado a la televisión el concepto competitivo de Master Chef para niños, que han sabido estar por encima de las expectativas del jurado, padre y espectadores.
Estos programas nos han dejado una valiosa lección, y es la importancia de enseñar a cocinar a los niños. En algunos países aprender a cocinar es una asignatura tan importante como las matemáticas, pues desarrolla diferentes partes del cerebro, y además crea el concepto de dieta saludable y sabrosa.
Los programas de televisión nos muestran una realidad que desconocemos
Continuando con este último punto, muchos padres descocemos la importancia de la cocina en los niños, y en el artículo de hoy vamos a ver algunas de estas ventajas. La primera de todas es la conexión positiva con los alimentos, pues a través de la cocina se descubren nuevos alimentos desconocidos, que puede que no conozcan. Al cocinar los alimentos los niños aprenden el valor de los mismos, los diferentes sabores y texturas, y sobre todo aprenden a que no le den las cosas hechas.
También es una experiencia sensorial, como hemos dicho se experimentan los sabores y las texturas. Pero también se aprende a diferenciar entre dulce y salado, amargo y agrio, ácido o picante. También se aprende a diferenciar olores, y a afinar el oído, pues el punto de cocción de los alimentos se aprende muchas veces con el oído.
Pero también hay una parte muy personal con la familia, pues a la hora de cocinar si se hace en familia se establecen vínculos afectivos fuertes. Que un hijo o hija ayude a sus padres a hacer una comida familiar, o simplemente un bizcocho, es algo que ayuda a hablar de las cosas importantes, divertidas o de cualquier cosa. Algo, que debido a los móviles, tablets, ordenadores y demás distracciones digitales, es bastante difícil.
Y no olvidemos que están aprendiendo habilidades básicas para el futuro, pues a lo largo de los años pueden ir cogiendo responsabilidades (echar la harina al bol, remover la olla, amasar, cortar cuando son mayores) que les ayuda a coger confianza y a sentirse útiles. Lo que sin duda les ayuda conforme van creciendo.
Si has llegado hasta aquí y estás decidido a cocinar con tus hijos, te aconsejamos que revises el equipamiento de tu cocina, pues de lo contrario puede que no puedas cocinar bien.
