Hay muchísimas personas a las que nos gusta viajar que no tomamos tanto el avión como querríamos para no dejar solas a nuestras mascotas. En mi caso, cuando viajo, dejo a mi perro siempre con mi madre pero no me parece justo que para que yo disfrute de unas vacaciones tenga que alguien cargar con una responsabilidad que no es la suya. Siempre he pensado que si nos dieran más facilidades para viajar con nuestras mascotas, las compañías tendrían más beneficios porque tendrían más pasajeros, aunque entiendo que también esto conlleva una mayor responsabilidad.
Obviamente, entre no viajar y viajar elijo la segunda opción, aunque mi amigo peludo tenga que quedarse en casa con algún familiar y también escogería esta misma opción si tuviera que elegir entre arriesgarme a que le pase algo durante el viaje o que se quede en casa pero, la realidad, es que lo normal es que hubieran compañías especializadas en el transporte de animales que hicieran posible viajar con ellos sin que hubiera riesgo alguno para la salud del animal.
Actualmente todos los amantes de los animales, o al menos la gran mayoría, tenemos ciertas reticencias a viajar con ellos por muchos motivos: desde noticias sobre animales que han fallecido por golpe de calor cuando los trabajadores de algunas aerolíneas han tenido al animal metido en una jaula durante varias horas al sol, hasta noticias sobre que ocurra todo lo contrario y el perro fallezca congelado en la bodega de carga. Sin embargo, las cosas están empezando a cambiar, sólo que no lo suficiente.
Actualmente sólo conozco una compañía que realmente se responsabiliza del estado del animal y es esta empresa de transporte de mascotas por avión del grupo Star Cargo. Con Animales por Avión te aseguras de que tu mascota viajará vigilada, constantemente, por un veterinario cualificado y en bodegas de carga con temperatura regulada. Hablamos de una compañía que verdaderamente se preocupa por los animales que transporta y que responde ante sus dueños en todos los casos y, hasta ahora, todo lo que he leído sobre ellos han sido maravillas.
Como es lógico, a todos nos gustaría viajar con nuestra mascota al lado porque así podemos vigilar su estado y calmarlo si se pone nervioso. Sin embargo esto no es posible en muchos casos, ya que para que el animal pueda viajar a nuestro lado debe ser lo suficientemente pequeño como para caber en un trasportín de ciertas medidas. Para viajar en tren, por ejemplo, con la compañía española por antonomasia, Renfe, el animal debe pesar menos de 10 kilos y caber en un trasportín que no supere los 60 x 35 x 35 cm, de lo contrario el animal no podrá viajar contigo.
Todo menos que el animal sufra
Lo que está claro es que nadie quiere ver sufrir a su mascota por querer tener unas vacaciones fuera de España o en una ciudad lejana a nuestra residencia pero no me parece normal que otros países se hayan adecuado a la nueva normativa de viajes con animales y en España esto aún sea un tema impensable. Mientras que en Alemania los perros pueden subir con sus dueños al metro, tram y autobús, en España aún no es posible (salvo casos de perros guía) y ya no hablemos de entrar contigo en ciertos establecimientos.
Personalmente prefiero no entrar a comprar a ningún sitio antes que tener que dejar a mi perro atado en la puerta y arriesgarme a que se suelte o a que alguien le haga daño, sin embargo, si pudiera acceder al establecimiento con él, es posible que realizara más compras en según qué sitios cuando saliese a pasear con el animal y eso siempre son beneficios para el comercio.
Sea como sea aún queda un largo camino en nuestro país para equipararnos, en este sentido, a otros países europeos. Eso está más claro que el agua.