Una buena ventana protegerá a tu pequeño de las inclemencias del tiempo

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Durante el confinamiento muchos de nosotros nos hemos puesto las pilas para tener hijos y ahora nos encontramos con unas pequeñas criaturas que juegan y comienzan sus vidas en nuestras casas. Así pues, de un tiempo para esta parte parece que nos animamos con la natalidad y somos muchos los que tenemos que adaptar nuestros hogares a estos nuevos inquilinos.

En este sentido, los más pequeños de las casas necesitan tener una temperatura constante en el hogar para poder seguir creciendo de forma sana y saludable y lo cierto es que en la gran mayoría de las ocasiones, sobre todo los que vivimos en viviendas antiguas tenemos unas ventanas que nos hacen gastar mucha calefacción para mantener esa temperatura. Así, los amigos de Replus Zaragoza se han propuesto evitar que hagamos ese consumo de energía innecesario poniendo sus productos a unos precios muy competitivos y ayudándonos, además, a elaborar una guía fácil de comprender con las mejores ventanas para cada hogar, en el caso de que las tengamos que cambiar y, por ello, en este post os queremos mostrar lo que su experiencia nos ha contado.

Y es que el acristalamiento de una ventana es un elemento fundamental, ya que representa la mayor parte de su superficie. Aunque sigue siendo posible crear ventanas con un único vidrio, las ventanas de hoy en día están diseñadas para soportar acristalamientos dobles o triples, con cámaras de aire que generan un mayor aislamiento y reducen la pérdida de energía, lo cual, sin duda alguna, es fundamental cuando tenemos niños pequeños, ya que estos deben contar con una temperatura constante en el hogar y, con el ahorro energético que suponen este tipo de ventanas no tendremos que encender prácticamente la calefacción. Sin embargo, esta no es la única ventaja, ya que en la actualidad existen cristales específicamente diseñados para reforzar los principales beneficios de las ventanas. Así, entre los tipos de ventanas más importantes nos encontramos con:

  • Ventanas de vidrio de bajo emisivo. El acristalamiento bajo emisivo está diseñado para dificultar que el frío y el calor salgan desde el interior al exterior, consiguiendo mantener la temperatura del hogar con un gran ahorro de energía y, por lo tanto, una reducción evidente de los costes de calefacción y refrigeración.
  • Ventanas de vidrio con control solar. Estos vidrios tienen la capacidad de filtrar la radiación solar. Dejan entrar casi toda la luz, pero minimizan el calor que se introduce desde el exterior, lo que los hace especialmente útiles en zonas de gran insolación y altas temperaturas.
  • Ventanas de vidrio acústico. En lugares ruidosos, las ventanas poco aislantes son una de las principales causas de la pérdida de confort en el hogar. Para evitarlo, los vidrios acústicos, laminados con butirales especiales, tienen la capacidad de reducir la entrada de ruido en un edificio sin renunciar al aislamiento térmico ni a su seguridad. Además, con la combinación adecuada, se puede conseguir una atenuación de hasta 48 decibelios, equivalente a pasar del ruido de una turbina de avión al sonido normal de una oficina.
  • Ventanas de vidrio de seguridad. Un acristalamiento de seguridad se compone de dos o más vidrios unidos entre sí a través de una lámina de plástico que, en caso de rotura, hace que éstos queden adheridos y no se desprendan. En este sentido, se pueden alcanzar varios niveles de seguridad: protección física, antirrobo, contra armas de fuego, contra explosiones…

¿Cuáles son los tipos de ventanas según el tipo de apertura más habituales?

Si bien es cierto que hay muchos aspectos que condicionan la mejor apertura para las ventanas de un hogar como son el espacio interior, espacio exterior, necesidades de luz, necesidad de permitir el paso entre espacios…, lo cierto es que hay un tipo de ventana para cada una de ellas. Y es que cada casa, cada proyecto, cada necesidad es única y por eso debe estudiarse cada caso en particular. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, las más comunes son:

  • Ventanas fijas. Las ventanas fijas son aquellas que sólo se componen de un marco acristalado. Es decir, no permiten su apertura, sólo el paso de la luz y la energía, en mayor o en menor medida. En muchas ocasiones, estas ventanas suelen ir unidas y formando parte de un mismo conjunto con una ventana móvil o a una puerta.
  • Ventanas batientes, abatibles o practicables. Una ventana batiente es aquella que permite la apertura de una o dos hojas que giran sobre los marcos laterales, a los que están unidas mediante bisagras. Podríamos decir que es la ventana más tradicional.
  • Ventanas oscilantes, basculantes o proyectables. Una ventana oscilante es muy similar a una ventana batiente, con la diferencia de que las hojas no giran sobre los marcos laterales, sino sobre el marco inferior (ventana basculante, que se abre por arriba) o sobre el superior (ventana proyectable, que se abre por abajo).
  • Ventanas oscilobatientes. La mayor parte de las ventanas modernas son ventanas oscilobatientes, que combina las dos anteriores: una ventana cuyas hojas no sólo se abren girando sobre los marcos laterales, sino que poseen una tercera posición de manilla, habitualmente hacia arriba, que permite el giro sobre el marco inferior para dejar la hoja abierta por su parte superior, permitiendo una buena ventilación. En estas ventanas, el herraje juega un papel fundamental dado que está sometido a un esfuerzo y un peso superior.
  • Ventanas deslizantes o correderas. Habitualmente pensamos en los términos «ventana corredera» y «ventana deslizante» como sinónimos, pero lo cierto es que eso no es del todo exacto, ya que, si bien antiguamente las ventanas correderas eran prácticamente el único tipo de ventana deslizante que existía, en la actualidad disponemos de varios sistemas que permiten que una ventana se abra mediante el deslizamiento de una de sus hojas.

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