¿Qué es el Déficit de DAO?

DAO

Muchas personas llevan años sintiendo molestias físicas sin entender de dónde vienen. Dolor de cabeza frecuente, problemas digestivos, picores, cansancio… Van de médico en médico, se hacen pruebas, eliminan alimentos, cambian rutinas. Pero a veces la respuesta no está en una enfermedad nueva o rara, sino en algo más común de lo que parece: el déficit de DAO.

Este nombre suena complicado, pero no lo es tanto. La clave está en una enzima del cuerpo que tiene una función muy concreta. Cuando esa función no se cumple como debería, aparecen síntomas. Y lo curioso es que este déficit puede estar relacionado con cosas tan diferentes como migrañas, molestias digestivas, o incluso problemas durante el embarazo.

 

¿Qué es la DAO y qué hace en el cuerpo?

DAO son las siglas de “Diamino Oxidasa”. Es una enzima, es decir, una sustancia que fabrica el cuerpo y que tiene una función concreta. En este caso, la DAO se encarga de limpiar la histamina que sobra.

La histamina es una sustancia que todos tenemos y que el cuerpo usa para muchas cosas: por ejemplo, en procesos inflamatorios, en reacciones alérgicas, en la digestión… Es útil y necesaria, pero si se acumula en exceso, puede provocar problemas.

Ahí entra la DAO: su trabajo es eliminar esa histamina de más. Esta enzima está presente sobre todo en el intestino delgado, pero también se encuentra en el colon, en el riñón y en la placenta. En personas sanas, actúa como una especie de barrera: descompone la histamina antes de que entre en la sangre. Pero si la DAO no funciona bien o hay muy poca cantidad, la histamina se acumula y aparecen síntomas.

 

¿Qué causa el déficit de DAO?

Hay varios motivos por los que alguien puede tener déficit de DAO:

  • Genética: Algunas personas nacen con menos capacidad para producir esta enzima.
  • Problemas intestinales: Si el intestino está dañado por alguna enfermedad (como Crohn o celiaquía), puede afectar a la producción de DAO.
  • Alimentos o medicamentos: Hay sustancias que bloquean esta enzima, como el alcohol o ciertos medicamentos.
  • Cambios hormonales: Las mujeres tienen fluctuaciones en los niveles de DAO según el momento del ciclo menstrual o el embarazo.

Sea cual sea la causa, el resultado es el mismo: si hay poca DAO, la histamina se acumula y el cuerpo reacciona como si estuviera en modo alarma, aunque no haya un peligro real.

 

¿Qué síntomas puede provocar el déficit de DAO?

No hay un único síntoma claro, lo que complica el diagnóstico. Algunas personas lo notan en la piel, otras en la cabeza o el aparato digestivo.

 

Los síntomas más comunes son:

  • Dolor de cabeza o migrañas
  • Diarrea, gases o dolor abdominal
  • Picor en la piel o urticaria
  • Congestión nasal, estornudos o moqueo
  • Fatiga y sensación de cansancio constante
  • Náuseas o mareos
  • Tensión arterial baja o irregularidades del ritmo cardíaco

Muchos de estos síntomas se confunden con alergias, intolerancias, ansiedad o incluso con trastornos digestivos sin causa clara. Por eso, este déficit a menudo se pasa por alto.

 

DAO y enfermedades relacionadas

  • Enfermedades intestinales: Cuando hay un problema en el intestino (como la enfermedad de Crohn), la DAO suele estar disminuida. Eso provoca que la histamina entre en la sangre sin control, causando inflamación y malestar. Por eso, medir el nivel de DAO en sangre puede ser útil para saber si el intestino está dañado y está afectando a otras funciones del cuerpo.
  • Migrañas: La relación entre migrañas y DAO está bastante estudiada. Muchas personas que sufren dolores de cabeza frecuentes tienen un nivel bajo de esta enzima. La histamina afecta a los vasos sanguíneos del cerebro, así que si no se elimina bien, puede contribuir a que aparezca el dolor. Por eso, en algunos casos, tratar el déficit de DAO mejora las migrañas.
  • TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad): En estudios recientes se ha visto que más del 80% de las personas con TDAH tienen también niveles bajos de DAO. Aún no se sabe con exactitud cómo se relacionan, pero se sospecha que la histamina podría estar alterando el sistema nervioso en personas con este trastorno.
  • Embarazo: Durante el embarazo, especialmente en las primeras 20 semanas, los niveles de DAO aumentan mucho. Esto ayuda a proteger tanto al bebé como a la madre frente a los efectos de la histamina. Si ese aumento no se produce o se detiene bruscamente, puede ser señal de que algo no va bien. Se ha visto que los niveles bajos de DAO en el embarazo están relacionados con riesgo de aborto, preeclampsia o sufrimiento fetal.

 

Efectos de algunos fármacos

Hay medicamentos que reducen la actividad de la DAO, aunque no se conozca mucho. Algunos de ellos son:

  • Analgésicos como el metamizol
  • Antidepresivos como la amitriptilina
  • Antibióticos como el ácido clavulánico
  • Antihipertensivos como el verapamilo
  • Mucolíticos como la acetilcisteína

Esto puede provocar que personas que están tomando estos fármacos noten síntomas como dolor de cabeza, molestias digestivas o problemas en la piel, sin saber que la causa puede estar en la histamina acumulada.

 

Alimentos y hábitos que afectan a la DAO

Hay alimentos que contienen histamina de forma natural. Si el cuerpo no puede descomponerla bien, estos productos pueden provocar síntomas. Algunos ejemplos son:

  • Vino tinto
  • Quesos curados
  • Embutidos
  • Mariscos
  • Pescado en conserva
  • Tomate, espinaca, berenjena, aguacate
  • Chocolate
  • Plátano
  • Frutas cítricas
  • Frutos secos
  • Alimentos fermentados (como el chucrut)

También hay alimentos que no contienen histamina, pero que pueden hacer que el cuerpo libere más histamina o bloquear la DAO. Entre ellos, el alcohol es el más conocido.

Además, desde la web de Probactis, laboratorio español especializado en el microbioma  y que, por lo tanto, sabe de lo que habla, aconseja, además, que, “para abordar estas enfermedades clínicas y sus posibles mecanismos, se han desarrollado diversos suplementos de DAO, y se recomienda una dieta baja en histamina”. Por esa misma razón, cuando una persona tiene déficit de DAO, se recomienda seguir una dieta baja en histamina durante un tiempo. Eso significa eliminar los alimentos mencionados arriba y observar si los síntomas mejoran.

 

¿Cómo se detecta un déficit de DAO?

No hay una única prueba definitiva, pero se pueden hacer varias cosas:

  • Medir los niveles de DAO en sangre (no siempre es concluyente, pero puede dar pistas)
  • Hacer un diario de alimentos y síntomas
  • Probar una dieta baja en histamina durante un tiempo
  • Valorar si los síntomas desaparecen al dejar ciertos alimentos o medicamentos

En algunos casos, se recurre también a pruebas genéticas para ver si la persona tiene una alteración en el gen que fabrica esta enzima.

 

¿Qué se puede hacer si hay déficit de DAO?

Hay varias formas de mejorar los síntomas:

  1. Cambiar la dieta: Evitar alimentos ricos en histamina o que bloqueen la DAO puede marcar una gran diferencia. Muchas personas notan mejoría solo con esto.
  2. Tomar suplementos de DAO: Existen cápsulas de DAO que se pueden tomar antes de las comidas. Estos suplementos ayudan a digerir la histamina de los alimentos cuando el cuerpo no puede hacerlo por sí mismo. No son medicamentos, pero sí pueden ser una ayuda importante, especialmente al comer fuera de casa o en momentos puntuales.
  3. Tratar posibles enfermedades intestinales: Si el déficit está relacionado con una enfermedad como Crohn, celiaquía o SIBO (sobrecrecimiento bacteriano), lo más importante es tratar esa base para que la mucosa intestinal pueda recuperarse.
  4. Valorar los medicamentos: Si se están tomando fármacos que inhiben la DAO, puede ser útil hablar con el médico para valorar alternativas.

 

¿Qué pasa si no se trata?

El problema del déficit de DAO es que no es grave en sí mismo, pero puede hacer que la calidad de vida baje mucho. Hay personas que viven con dolores de cabeza, diarreas, picores o cansancio constante durante años sin saber por qué. Muchas veces, incluso, se les dice que es estrés o ansiedad, y no reciben el tratamiento adecuado.

Además, si no se controla, puede ir dañando otras partes del cuerpo o empeorar síntomas que ya existen. En personas con migraña, por ejemplo, puede hacer que los ataques sean más frecuentes, intensos y duraderos. También puede afectar al estado de ánimo, al sueño, a la piel o al sistema digestivo en general, dificultando la recuperación de otros problemas de salud.

En embarazos, puede suponer un riesgo importante. Cuando los niveles de DAO no aumentan como deberían, puede haber más posibilidades de sufrir complicaciones como preeclampsia o incluso aborto espontáneo. Por eso, aunque no se considere una enfermedad como tal, sí merece la pena prestarle atención.

Reconocerlo a tiempo puede evitar muchos problemas y mejorar la vida de quien lo sufre.

 

Una última idea sobre la DAO

La mayoría de la gente nunca ha oído hablar de esta enzima, y sin embargo, puede estar relacionada con muchos malestares que afectan a la vida diaria.

La buena noticia es que hay formas de mejorar. No hace falta entender términos técnicos ni hacer dietas complicadas: basta con escuchar al cuerpo, prestar atención a los alimentos y, si es necesario, contar con el apoyo de un profesional.

El déficit de DAO no es un misterio ni un castigo. Es solo una pieza más del puzle del cuerpo humano. Y cuando esa pieza se coloca en su sitio, muchas cosas empiezan a encajar.

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