Familia. Una palabra que todavía no somos conscientes de lo que supone. Esa palabra que no la valoras hasta que la pierdes. Y es que al final, todos los recuerdos de una vida son eso: la familia. Esos padres, esos hermanos, esos abuelos, esos tíos. Dicen que muchas veces los amigos son la familia que no elige, y que puede incluso cambiarse. Yo creo que no, que la familia, como decían en esa famosa película, es la familia. Nunca te falla y en los momentos más duros, siempre estará a tu lado.
Por eso, desde que fui padre he decidido que quiero hacer muchas cosas en familia. Sé que a muchas personas no les gusta, que prefieren hacerlo con los amigos o incluso ellos solos. A mí no. Soy de esas personas que cuando programo el fin de semana lo hago pensando en mi mujer y en mis hijos. Ellos siempre entran en los planes. Incluso de esas personas que cuando terminan de trabajar, en vez de irse a tomar algo con sus compañeros de trabajo, quiere volver a casa para tomarse una caña o jugar con la familia. Soy así. Valoro mucho este concepto porque desde pequeño lo he tenido en casa. Ahora miro con nostalgia esos días en los que iba con mi padre al río del pueblo o con mi tío a cazar gamusino. Por cierto, ¿sabes lo que es ir a cazar gamusinos? Si tienes familia y pueblo seguro que sí.
Por eso, hoy os quiero contar seis actividades que me gusta hacer en familia. Seis actividades que os van a encantar y que servirán para reforzar los lazos de sangre. Ahora bien, una recomendación que os doy es que no siempre se tienen que hacer cosas que gusten a todos, hay que saberse amoldar a los gustos de todos.
Hacer deporte
No hay algo mejor que hacer deporte en familia. Un sábado o un domingo por la mañana toda la familia se pone el chándal y se va al campo a correr. Por supuesto no puede faltar el balón de fútbol o de balonmano. Cada uno hará la cantidad de deporte que pueda según sus características físicas. Y recomiendo que vaya toda la familia. Por ejemplo, si a la mamá no le gusta correr, pues tendrá que hacer un esfuerzo.
Ir a ver cultura
La cultura no puede faltar en los planes de familia. Ahora mismo vivimos en una sociedad donde la cultura está muy bien valorada y hay actos de todo tipo. Por ejemplo, se puede ir a un concierto de música todos conjuntos. Pero también se puede ir a ver una exposición. Eso sí, como te he dicho que los gustos de todos se vean reflejados.
Tomar el vermut
Si hay algo que recuerdo de mi época de niño es cuando íbamos toda la familia a tomar el vermut. Es cierto que mi padre decía “tomar el aperitivo”. Un momento divertido que servía para unir a toda la familia en torno a una caña o un vino. Es algo que siempre ha mantenido con mis hijos y que espero que ellos también trasmitan a sus hijos. En este caso, siempre recuerdo que era los domingos y nos poníamos las mejores galas.
Desayuno unido
Tengo claro que la familia que desayuna unida, jamás será separada. Es algo que aprendí con mis padres y que luego he dado continuidad. Me vienen a la memoria los desayunos de las grandes series como Médico de Familia o Los Serrano. Allí se sentaban todos. Es el momento ideal del día para coger fuerzas, pero también para contarnos lo que vamos a hacer. Ahora bien, un desayuno que sea sano. La recomendación que nos hacen desde El Moli Pan y Café es que tenga bollería, pero en este caso natural. De esa que es saludable, pero que mantiene su toque tradicional. Como la familia.
Visitar a los familiares
Creo que es bueno que una familia mantenga la costumbre de visitar a otros familiares en conjunto. Por ejemplo, ir a ver a la abuela si está en una residencia o volver a las raíces del pueblo para ver a los tíos. Es la manera de que la familia se vaya también fortaleciendo y que no se pierda la sangre.
Ver una película y serie
Y cuando decimos «ver», hablamos de realmente ver. No vale poner la película y mientras estar mirando en internet otras páginas. La idea es sentarnos junto a los peques, mirar la película y comentar la historia, interesándonos por sus opiniones y pensamientos sobre la misma.
