Hubo un verano, hace muchos años atrás, allá por finales del siglo XX, que tuve una de las experiencias audiovisuales que me hicieron reflexionar sobre la familia, y eso para un adolescente que se cree que es el centro del universo, es algo muy importante, porque se tiende a no darle a valor a la familia.
Por aquella época uno de los planes perfectos era los de peli con los amigos, que no es como ahora que quedas y no se entera de la película ni Peter, ya que la mayoría de gente está más pendiente del Whatsapp y Instagram de lo que pasa en la pantalla. Y esto es algo que se debería de ver más de una persona, ya que el móvil puede considerarse como una adicción.
Volviendo a la película que vi, esta fue Manolíto Gafotas, una película de un niño que se embarcaba en una aventura con su padre, un camionero que como todo profesional de la carretera pasa mucho tiempo fuera de casa. Pero una de las relaciones más importantes que se evidencian en la película es la del protagonista, manolito, con su abuelo. Ambos duermen en la misma habitación, y el abuelo le aconseja y le contaba su experiencia en su vida, cosa que el protagonista disfrutaba.
Esta relación entre padre y abuelo me tocó el corazón, ya que nunca tuve la oportunidad de establecer una relación así con ninguno de mis abuelos. Esta experiencia nos debe de servir, por un lado, para reflexionar sobre cuál es el trato que le damos a nuestros mayores, y la atención que les prestamos.
Y, por otro lado, para aquellas familias que puedan apoyarse en los mayores, para ser consciente de la importancia que tiene en los niños y no tan niños tener contacto con sus abuelos. Esto es algo complicado, sobre todo porque vivimos en una época en la que las personas mayores suelen ser internadas en residencias para mayores con horarios de visitas restringidos.
Pero también hay otras opciones como los apartamentos tutelados, que permiten a los mayores tener toda la libertad e intimidad de vivir en un apartamento, pero teniendo atención personalizada y servicios médicos durante todo el día. Este tipo de servicios lo ofrecen empresas como Sanvital, una empresa que ofrece servicios de apartamentos tutelados y residencias de mayores, y que cuenta con un amplio equipo de profesionales de diversas áreas de actuación siempre pendientes y a la entera disposición de sus residentes para que estos reciban toda la atención , cariño y respeto que merecen.
Porqué beneficia a los más pequeños el contacto con los abuelos
Es importante destacar que incluso el Código Civil establece una acción para que los abuelos puedan ver a los nietos. Pero no hay que llegar a estos extremos, ya que los abuelos no son estrictos, precisamente porque en su juventud sufrieron una visión de la vida muy estricta, que no quieren para los nietos. Pero a la vez se hacen respetar, enseñando a los nietos lo más importante de la vida.
A la hora de comunicarse, los abuelos y abuelas pueden tener modos de educar diferentes a los de los hijos. Por eso, es conveniente que los abuelos respeten las decisiones de los padres en cuanto a la educación de los nietos. Al fin y al cabo los abuelos pueden pasar mucho tiempo con los niños, y de manera directa ayudan al desarrollo de los niños. Los abuelos tienen un papel muy importante a la hora de reconducir comportamientos fuera de lo normal, y normalmente suelen ser buenos modelos y referentes de comportamiento.
Los límites es algo que parece que en la sociedad de hoy en día parece que se ha difuminado mucho. Muchos abuelos han crecido con límites muy severos, y saben cuál es el punto medio que sirve para enseñar qué es lo que se puede o no se puede hacer. De esta manera los límites quedan claro y no hacen daño a nadie.
Por último, se crean tradiciones que crean bonitos recuerdos, ya que los abuelos pueden “malcriar” a veces a los niños. Pero esto no hace más que fortalecer lazos y crear recuerdos a los niños. Yo todavía recuerdo ir a casa de mi abuela para ir a arreglarle la tele, después la merienda era impresionante y hasta podía salir rodando.