No es un secreto para nadie que estamos ante una gran crisis ambiental, y que si no tomamos medidas, poco quedará para las próximas generaciones. Siendo esto un problema tan grande, es evidente que deben tomarse medidas que comiencen a frenar los daños ambientales a nivel mundial. Pero, ¿qué podemos hacer como padres ante un problema tan grave?.
Si bien no tenemos el poder de eliminar los agentes contaminantes, tenemos un poder muy importante, y es que bajo nuestro techo están los futuros adultos funcionales que asumirán también responsabilidades que afectan directa e indirectamente el medio ambiente. Por ello, educar y sensibilizar a las niñas y niños en la importancia de proteger y respetar la naturaleza, es nuestro superpoder.
Inculcar el respeto por la naturaleza desde la infancia, es la mejor estrategia para que las mujeres y los hombres del mañana, tengan muy claro que todos tenemos una responsabilidad con el medio ambiente y que esto es algo que debe acompañarnos siempre.
Conciencia ambiental o ecológica
Si como padres queremos que nuestros hijos logren desarrollar una conciencia ambiental, primero debemos asumir un cambio a nivel personal. Si nosotros logramos apropiarnos de los conceptos y poner en práctica los cambios necesarios para hacer de nuestras rutinas, unas más amigables ambientalmente, podremos educar desde el ejemplo y la empatía.
Partiendo de allí, podemos definir la conciencia ambiental como una filosofía de vida que se preocupa por el medioambiente y lo protege con el fin de conservarlo y de garantizar su equilibrio presente y futuro. Para ello, debemos ser conscientes de que uno de los aspectos que más deteriora la naturaleza es el ser humano. La deforestación, la contaminación del aire, la contaminación del agua y el calentamiento global, por ejemplo, son consecuencia de la intervención negativa y de la falta de respeto del hombre, ante los recursos naturales.
La educación ambiental y la conciencia ambiental nos ayuda a darnos cuenta de que cada acción que realizamos en nuestra vida cotidiana tiene una repercusión en el medioambiente y que es nuestro deber hacer lo que esté a nuestra mano para minimizar los daños. Cuando esta corriente de pensamiento la sumamos y la asumimos como una forma de vida, es mucho más fácil transmitirle este tipo de valores a nuestros hijos, pues verán que en casa y que de forma individual, somos respetuosos con la naturaleza.
Aunque la importancia de la concienciación medioambiental pueda estar clara para algunos, es importante definirla a partir de tres principios básicos:
- Protección del medio ambiente y cada uno de sus elementos.
- Preservación de los ecosistemas y su biodiversidad.
- Promoción de actitudes responsables con la naturaleza.
Si empezamos a proteger y preservar los elementos que componen al medioambiente será necesario promover actitudes responsables para lograr mantener adecuadamente los avances realizados. Solo así podremos continuar con el cuidado de la naturaleza e invitar a más personas a unirse, a través de la promoción de la conciencia ambiental. De esta forma, para promover la conciencia ambiental en nuestro hogar debemos comprometernos como ciudadanos responsables a:
- Aprender cómo reciclar, utilizando los contenedores o papeleras de reciclaje adecuadas y aprovechando los puntos limpios.
- Cuidar el agua y la electricidad, aprendiendo trucos sobre cómo ahorrar agua en el hogar y minimizando el consumo energético.
- Utilizar electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética.
- Cuidar nuestros parques y otras áreas verdes, creando grupos de vecinos que se comprometan a limpiar y cuidar en conjunto.
- Plantar árboles u otras especies en zonas comunes.
- Practicar actividades para niños relacionadas al medio ambiente, incluyéndose en los planes que se creen.
- Consumir productos y alimentos ecológicos, prefiriéndolos por encima de los convencionales.
¿Cómo fomentar en el niño el amor y respeto por la naturaleza?
Si queremos que nuestros hijos sean amorosos y respetuosos con la naturaleza, como padres debemos asumir una responsabilidad activa; no solamente en la educación mediante el ejemplo, sino siendo protagonistas junto a las niñas y niños de actividades de sensibilización hacia el medioambiente y todos los elementos que lo componen.
Teniendo esto en mente, compartiremos algunos consejos que pueden ayudarnos a educar a los futuros protectores del medio ambiente:
- Proporcionar experiencias a través de las cuales el niño pueda comprender la transformación de la naturaleza por la influencia de los cambios del clima y los fenómenos naturales como la lluvia o la sequía, frío-calor, etc. Para esto es importante que los niños conozcan diferentes espacios, por ello hacer turismo es una buena opción. Según los profesionales de Las Cuatro Esquinas, los hospedajes que están rodeados de naturaleza, son lugares muy atractivos para que los niños puedan explorar libremente y puedan ver los cambios que se presentan según el clima propio de la estación.
- Valorar el trabajo de las personas que se encargan de cuidar la ciudad: basureros, barrenderos, jardineros, etc. Es importante crear espacios de reflexión con los niños sobre lo que ocurriría si esas profesiones no existiesen.
- Ayudarlo a que conozca las plantas y flores y todo lo que las componen como sus partes externas, los cuidados que necesitan, lo que nos proporcionan, las clases y nombres, etc. La idea es que descubra cómo nacen y crecen, como respiran y de qué manera se alimentan para crecer, etc. También es importante incentivar al niño a que plante semillas y cuide del crecimiento de la planta comprobando la necesidad de la luz del sol y el agua.
- Acercar a los niños al mundo animal. Es importante que conozcan y comprendan la forma de vida, las necesidades, los cuidados que debemos tener con los pájaros, perros, gatos, hormigas, caracoles, etc. Pero también a asumir responsabilidades con los animales que tengamos en casa, pues es importante que participen activamente en el cuidado de las mascotas.
- Visitar los museos de ciencias naturales frecuentemente y convertirlo en una tradición. Si bien es bastante probable que los niños vayan de visita con el cole, ir con la familia y que esta actividad se convierta en una oportunidad de disfrutar tiempo de calidad haciendo un trabajo educativo desde una perspectiva recreativa, es bastante positivo.
- Ver juntos programas de televisión o documentales sobre la naturaleza y los fenómenos naturales (animales, plantas, volcanes, huracanes, etc.), es una manera de que entiendan los procesos naturales.
- Fomentar el cariño hacia la naturaleza también es alertar sobre las precauciones que se deben tomar para evitar sufrir daños como picaduras de avispas, arañas u otros animalillos. La idea no es fomentar el miedo, se trata de que conozca y ame la naturaleza, sin correr riesgos.
- Familiarizar al niño con las cosas naturales que hay en su entorno como plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc. en un entorno natural cercano al domicilio. Se debe procurar que el niño tome conciencia del parque como un lugar agradable para disfrutar y donde conviven plantas, animales, árboles, etc.
- Utilizar los juegos ecológicos como una herramienta de enseñanza/aprendizaje: Los juegos ecológicos generan una visión interna de la Naturaleza y la problemática ambiental. A través de los juegos se crea un sentido de pertenencia con la Naturaleza. Los chicos descubrirán el lugar verdadero y vital que ocupamos en ella. Y la importancia de mantener el equilibrio entre nosotros y la Naturaleza
Beneficios del contacto de las niñas y niños con la naturaleza
Estudios científicos y pedagógicos han comprobado que los niños que viven o estudian en interrelación con la naturaleza sufren de menos enfermedades, de problemas psicológicos, tienen un mejor desarrollo cognitivo y mejores destrezas interpersonales. Eso significa que el contacto con la naturaleza es positivo durante el crecimiento. Según los resultados de las investigaciones, algunos de los beneficios son los siguientes:
- Más creatividad: Al estar expuestos a un entorno silvestre se despierta el deseo de exploración y se desarrolla la destreza para la convivencia y para la resolución de problemas; además de desarrollar un mejor pensamiento crítico, debido al ejercicio de observación, y mejora la concentración y autodisciplina.
- Mejor comportamiento: Los niños que pasan tiempo al aire libre se presentan con una actitud más calmada y un comportamiento apropiado, ya que al tener contacto con la naturaleza disminuyen sus déficits físicos, emocionales y espirituales. También aprenden a trabajar en grupo.
- Mejor alimentación: Como parte de las visitas a la naturaleza, los niños aprenden sobre las plantas, cómo nacen, crecen, se consumen, conocen sus beneficios y se sienten más gustosos de ingerirlos. Así se evitan problemas de sobrepeso.
- Mejor salud: Los padres solemos cuidar a los niños a veces en exceso, del clima, de enfermedades o de bacterias, el problema es que si se permitiera que los niños pasen más tiempo haciendo actividades al aire libre, el cuerpo generaría más defensas y resistencia a enfermedades del entorno.
Es evidente que como padres tenemos una responsabilidad de educar a nuestros hijos a que sean respetuosos de la naturaleza y de todos elementos que la componen desde la infancia, pues el cambio que se necesita para disminuir los problemas ambientales no puede ir dirigido solo a una parte de la población o de la industria, debe ser un cambio social y estructural que comienza por enseñar a las niñas y niños que nosotros, como seres humanos, formamos parte de la naturaleza y que nuestro deber protegerla, pues el daño que le ocasionamos nos afecta directamente, podamos percibirlo o no.