Depilarse con láser de forma segura

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Puede parecer fuera de lugar hablar de depilación justo cuando está a punto de llegar el invierno, y es que, es cuando se acerca la época estival cuando vemos mayores ofertas para realizarnos estos tratamientos estéticos. Parece lógico, ya que es, en esa época en la que llevamos menos ropa, cuando vamos a necesitar estar listos en este sentido. Pero las recomendaciones médicas se sitúan en el polo opuesto: el gran enemigo en la preparación y la recuperación de la piel después de un tratamiento láser es el Sol. Por lo tanto, si lo que queremos es lucir sin vello en verano, deberíamos saber que según los médicos el momento adecuado para eliminarlo es el invierno.

La falta de tiempo para uno mismo y la comodidad que nos ofrecen estos tratamientos está haciendo que cada vez más mujeres y hombres se decanten por la depilación permanente.  El auge de estas clínicas, y la aparición de tantos centros que la ofrecen, han hecho que haya una gran competencia. De ahí la variedad de precios. Pero, ¿se trata de encontrar la mejor oferta?

La diferencia de precios se encuentra, como nos dicen desde medicinaesteticarosabonal.com, en el tipo de láser que se use. Existe una gran diferencia entre un tratamiento con láser médico y otro con láser cosmético. La principal es quién se hará cargo de nuestro tratamiento, y no solo porque debamos asegurarnos que tenga los conocimientos necesarios para tratarnos de forma adecuada con la maquinaria, sino porque es necesario que conozcan nuestra historia clínica y que sepan cuales son los análisis necesarios, como identificar nuestro fototipo de piel, el color del vello, el grosor, etc., para poder hacernos el tratamiento con la máxima garantía y los mejores resultados. Además, hemos de ser conscientes que no todas las zonas a depilar entrañan los mismos riesgos. No es lo mismo depilar la zona de la cara o zonas perigenitales, que por ejemplo las piernas. Y es, sobre todo, para estas zonas tan delicadas cuando el asesoramiento médico debería ser casi obligatorio.

La depilación incide directamente sobre nuestra piel y el láser es una herramienta muy potente. La luz que emite se concentra en el vello y permite su destrucción. En cada sesión se elimina un porcentaje de vello, que puede que vuelva a crecer, en parte, por el ritmo de crecimiento irregular de cada pelo. De ahí la necesidad de realizar varias sesiones. Los láseres médicos se caracterizan porque tienen la posibilidad de utilizar altas afluencias de energía, por ello son los únicos que permiten inhabilitar las células que dan origen al vello. De esta forma pueden ofrecernos una depilación permanente. Este tipo de láser solo suele encontrarse en centros médicos, ya que solo los profesionales de la medicina estética pueden poseer las licencias necesarias para su aplicación. Este es el principal motivo en la diferencia de precio. Mientras que con un tratamiento médico podemos conseguir una reducción del 90% del vello, con un láser cosmético no pueden ofrecernos lo mismo, aunque lo intenten.

En ese sentido la Sociedad Española de Medicina estética, denuncia el intrusismo que sufre la profesión, y recuerda a los pacientes que deben cerciorarse de que la persona que va a realizarle los tratamientos tenga la titulación adecuada y sea capaz de informarnos de los beneficios, los riesgos y las alternativas de dichos tratamientos. Según sus últimos estudios: “más de un 30% de los casos de intrusismo tienen lugar en centros estéticos sin licencia, un 16% en peluquerías y un 14% por esteticistas autónomas que realizan los tratamientos en sus propias viviendas”.

Preparación para la depilación láser

Como ya hemos señalado, el médico antes del tratamiento, realizará una historia clínica completa y los análisis de piel necesarios. Realizarse un tratamiento sin control médico puede acarrearnos, en el peor de los casos, complicaciones para la salud por un mal uso del aparato, como quemaduras, cicatrices o alteraciones en la coloración de la piel, que requieren de nuevos tratamientos para eliminarlas, una vez causadas.

Dentro de esa historia clínica el médico nos preguntará si tomamos algún medicamento, porque incluso los más comunes pueden perjudicarnos. La cantidad que tomamos y la frecuencia puede hacer que la depilación no sea adecuada en ese momento, ya que pueden ser fototóxicos y causarnos alguno de los problemas que acabamos de enumerar. Por eso la consulta previa es fundamental.

Los medicamentos que pueden provocar fotosensibilidad son:

  1. Analgésicos, antinflamatorios, y antipiréticos
  2. Antibióticos y antibióticos orales.
  3. Antihistamínicos.
  4. Medicamentos para bajar el colesterol.
  5. Antidepresivos y ansiolíticos.
  6. Anticonceptivos orales.
  7. Corticoides orales y en pomadas.

Conocer su contraindicación no nos exime de comentarlo con el especialista. Es importante que conozca cómo y cuándo los hemos tomado y que nos informe de cómo puede afectarnos personalmente.

Por lo tanto, depilación láser sí, pero depilación médica. Informarnos bien y acudir a centros especializados está dentro de nuestra responsabilidad, ya que, aunque no deja de ser un tratamiento estético, puede afectar a nuestra salud si no nos ponemos en manos de un profesional. Además de que, como hemos visto el resultado no será el esperado y estaremos invirtiendo dinero en algo que no nos va a ofrecer los resultados esperados.

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