Verano, vacaciones, deporte al aire libre, días de sol, playa, piscina, montaña… Llego el momento de salir a disfrutar de la naturaleza y por supuesto darle un bello tono de bronceado veraniego a nuestra piel. Sin embargo, el problema es cuando no nos cuidamos lo suficiente y al volver a casa y mirarnos en el espejo, descubrimos zonas más oscuras que otras, sobre todo en la cara y el escote, y en las manos, y nos tenemos que encontrar lidiando con las temidas manchas.
Probablemente las que más preocupan son las manchas que aparecen en la cara, que son las más visibles y las que más personas se cuestionan si desaparecerán por si solas a medida que se vaya el bronceado o si pueden hacer algo para borrarlas.
En principio, las manchas no van a desaparecer por si solas, “pero existen tratamientos eficaces para borrarlas; de hecho, lo difícil no es eliminarlas, sino el mantenimiento, el cambio de hábitos para que no vuelvan”, explica Ramon Grimalt , profesor de Dermatología de la Universidad Internacional de Catalunya (UIC).
Así que si has descubierto estas zonas tan molestas en la piel, aquí te ayudamos a clasificarlas, eliminarlas y prevenir que vuelvan a aparecer.
¿Qué son y por qué nos salen manchas en la piel?
Las manchas en la piel se consideran alteraciones en la uniformidad del color de una determinada zona. Aunque pueden existir manchas blancas o más pálidas que la piel de alrededor, o incluso rosadas o rojizas, las manchas que suelen preocupar más a los pacientes son las que tienen diferentes tonos de marrón. Dicho color se debe a un exceso del pigmento habitual de la piel (melanina) que puede ser debido a un aumento en el número de células que lo produce o a un aumento de la cantidad de pigmento en la zona.
La exposición al sol también influye sobre cualquier tipo de mancha en la piel, bien sea oscureciéndola de forma transitoria, como en el caso de las pecas, y los lunares, o de forma permanente (melasma); o favoreciendo su aparición en una piel previamente sin manchas (léntigos o manchas de la edad, pigmentaciones postinflamatorias).
Tipo de manchas
Por supuesto, no todas las manchas son iguales. Existen cuatro tipos:
- Las ocasionadas por el envejecimiento cronológico, las cuales suelen aparecer sobre todo en el tronco.
- Las de fotoenvejecimiento o exceso de sol, que suelen ser más frecuentes en las zonas que reciben más radiación solar, como cara, escote y manos.
- Las hormonales, que suelen aparecer durante el embarazo y en la zona de la cara, en especial en el labio superior, la frente y las mejillas.
- Las causadas por productos químicos, como por ejemplo, por colonias o masajes de afeitado en combinación con la exposición al sol. Estas suelen aparecer en el cuello, que es donde la colonia u otros productos provocan fototoxia al interactuar con la radiación solar.
Cómo eliminarlas
Según los expertos en estética facial de Blanc Clinic, para eliminar las manchas, lo primero que se debe hacer es acudir con el dermatólogo o con un experto en el área para que vea de qué tipo de mancha se trata y aconseje el mejor tratamiento, basándose en su origen y en el tipo de piel del paciente.
Por ejemplo, en el caso de las manchas provocadas por la exposición al sol que suelen aparecer a partir de los 40 años, existen varias opciones para tratarlas: cremas comerciales, fórmulas magistrales despigmentantes, peelings químicos que descaman la piel, tratamientos con láser y luz pulsada, crioterapia…
A lo que los expertos comentan que “todos estos tratamientos funcionan, y no por gastar mucho dinero ni optar por técnicas más caras vas a conseguir un resultado más duradero”. Así, también enfatizan que las cremas comerciales con hidroquinona o ácido kógico son menos eficaces, pero también son menos peligrosas, y pueden aplicarse siguiendo las recomendaciones del fabricante sin riesgo a quemarse la piel.
Mientras, el láser o la crioterapia pueden dejar cicatriz o provocar nuevas manchas por hiperpigmentación si no son aplicados correctamente. Estas técnicas, aunque muy efectivas, pueden provocar pequeñas quemaduras que, al curarse, dejen la piel más oscura. “Hay que tener en cuenta que no se exige un título para manejar el láser, y si quien lo aplica no lo hace bien, el efecto puede ser el contrario al buscado”, alertan los expertos.
Incluso, ya que los tratamientos con láser y luz pulsada tienen más riesgo de quemaduras y que con la crioterapia hay más riesgo de sufrir cicatrices, estas no son muy recomendables para personas con piel oscura o muy sensible.
En visto de esto, lo más recomendado es que el dermatólogo te recete una fórmula magistral exfoliante y despigmentante en función de tu tipo de piel que no conlleve un riesgo excesivo.
El doctor Pierre Nicolau, especialista en medicina estética y cirugía plástica, también apoya que los cosméticos son eficaces para todo tipo de pieles y son un buen aliado en el tratamiento de la manchas leves, pero que “cuando las manchas son más oscuras es necesario acudir a otro tipo de remedios”.
Tratamiento para la eliminación de manchas
Láser
El láser funciona emitiendo mucha energía y muy rápidamente que es absorbida por las manchas cutáneas destruyendo nada más los pigmentos, sin afectar a la piel cercana ni producir cicatrices, en la mayoría de los casos.
En el caso de la eliminación de manchas de la piel, se suelen realizar entre una y cuatro sesiones de 15 minutos con un período de cuatro semanas entre ellas.
Desde el primer tratamiento ya se pueden ver los resultados, sin embargo hay que tener en cuenta que son necesarias varias sesiones para ver los resultados definitivos. Además, cabe acotar que la piel recupera su coloración normal, aspecto natural y tono uniforme hasta unas tres semanas después del tratamiento.
Peeling químico
Hay un tipo de mancha que responde bien al tratamiento con peeling químico y con infiltración de ácido tranexámico: el melasma.
Esta se caracteriza por ser una mancha difusa, de color marrón y que se localiza principalmente en la frente, las mejillas y el labio superior.
En estos casos, el ácido tranexámico es una molécula que inhibe el paso de la melanina desde el melanocito al queratinocito, produciendo así un aclaramiento de la piel y obteniéndose los resultados esperados.
Terapia fotodinámica
Este tratamiento elimina las manchas faciales provocadas por los rayos UVA y UVB por medio de una elevada estimulación de la producción de colágeno, mejorando visiblemente la textura y elasticidad de la piel e incluso, llegando a triplicar la eficacia de la luz pulsada convencional.
Crema facial
Este tratamiento es más sencillo y menos riesgoso que los anteriores, y de hecho el más recomendado. Consulta con tu dermatólogo de confianza que te recete una crema para tratar tu condición especifica.
También puedes preparar una crema blanqueadora en casa. Puedes mezclar 2 cucharadas leche en polvo y unas gotas de glicerina vegetal, agua oxigenada y zumo de limón. Aplícatela antes de dormir, déjala actuar hasta el día siguiente y retírala agua por la mañana.
Las recetas caseras tienen la ventaja de no contener ingredientes agresivos para la piel. No obstante, te recomendamos que si tienes una piel muy sensible o si no estás segura de los resultados, consultes con un especialista antes de probar una solución casera.
Extra de vitaminas
Otra forma de atacar las manchas en la piel es con una alimentación que siga una dieta con alimentos ricos en vitaminas A, C y E, como el pimiento, la calabaza, las espinacas o los aceites vegetales.
Además de ser buena para la piel, la vitamina E es liposoluble, así que no importará si cueces los alimentos que la contiene. Eso sí, si los calientas en aceite sí que pueden perder toda su vitamina E.
Cómo prevenirlas
Grimalt insiste en que, sea cual sea el tratamiento, el reto no es eliminar las manchas sino evitar que reaparezcan:
Es como con las dietas; lo más difícil no es hacerla y bajar de peso, sino mantenerte y no volver a cogerlo. Para que no la piel no vuelva a mancharse, para que no reaparezca el problema, hay que evitar que vuelva a darte el sol; y en un país con nuestro clima, con una radiación solar elevada, y donde el ocio se asocia a aperitivos y actividades al aire libre, a fines de semana al sol, las vacaciones a la playa… es difícil mantener la piel de la cara no irradiada durante todo el año.
Por tanto, más allá del tratamiento elegido, si quieres evitar que las manchas de la piel reaparezcan, debes hacer un cambio de hábitos que implican protegerse del sol todos los días y toda la vida, cuidando no sólo poniéndose crema fotoprotectora, sino cambiando la forma de vestir, los horarios de salir a la calle, las zonas de veraneo…
“No se trata de ponerse más o menos crema o un factor de protección muy elevado; hay que concienciarse: no es posible ir a la playa y no tener manchas, así de claro”, e incluso debes recordar que la piel tiene memoria “así que si has hecho disparates (con el sol) de joven, aunque luego te portes bien, te seguirán saliendo algunas manchitas”.