Si has llegado hasta aquí, seguramente estés preocupado por esas manchitas blancas en la boca de tu bebé o simplemente quieres informarte sobre la candidiasis oral en los más pequeños.
Tranquilo, es más común de lo que parece y tiene solución.
Saber identificarla a tiempo es clave para evitar molestias y complicaciones. ¿Cómo reconocerla? ¿Por qué aparece? ¿Se puede prevenir? Aquí encontrarás respuestas claras y consejos útiles para cuidar la salud bucal de tu pequeño.
Acompáñame en este recorrido, porque cuando se trata del bienestar de nuestros hijos, cada detalle cuenta. ¡Vamos a descubrirlo juntos!
¿Qué es la candidiasis oral?
La candidiasis oral es una infección provocada por un hongo llamado Candida albicans, que, aunque vive en nuestro cuerpo de manera natural, a veces se descontrola y causa molestias. En la boca, esto se manifiesta como placas blancas en la lengua, el interior de las mejillas o el paladar, acompañadas de irritación e incomodidad.
Es especialmente común en bebés y niños pequeños porque su sistema inmunológico aún está madurando, por lo que son más propensos a este tipo de infecciones. Si notas que tu pequeño tiene dificultades para succionar, está más irritable de lo normal o parece incómodo al comer, la candidiasis oral podría ser la causa.
Pero ¡tranquilidad! No es grave y tiene solución. Con el tratamiento adecuado y algunos cuidados sencillos, se puede eliminar y prevenir fácilmente. Aquí te contaré todo lo que necesitas saber para que puedas actuar con confianza y cuidar la salud bucal de tu bebé. ¡Vamos allá!
Síntomas de la candidiasis oral en los niños
El Dr. Maroto y la Dra. Vellón, dentistas de referencia en Aranjuez y Villacañas, nos ofrecen un listado de síntomas de esta enfermedad:
- Aparición de placas blancas en la lengua, el paladar y la parte interna de las mejillas.
- Bajo estas placas, la piel puede estar enrojecida y sangrar con facilidad.
- Puede observarse inflamación o irritación alrededor de las manchas.
- En algunos casos, las lesiones pueden causar molestias o dolor.
- Las comisuras de los labios pueden presentar grietas o pequeñas fisuras.
- Aunque las manchas blancas pueden parecer restos de leche, no desaparecen al frotarlas con una gasa.
- Dificultad para alimentarse o succionar, ya que las lesiones pueden generar dolor al intentar mamar o usar el biberón.
- Aumento de la irritabilidad o llanto excesivo, lo cual es común debido a la incomodidad que causa la infección.
- Olor desagradable en la boca, un síntoma frecuente en las infecciones por hongos.
- Enrojecimiento en la lengua o un tono blanquecino que no desaparece con el tiempo.
Si notas estos signos, es importante acudir al pediatra para confirmar el diagnóstico y recibir el tratamiento adecuado.
¿Por qué aparece la candidiasis oral?
Las causas pueden ser varias, pero las más comunes son:
- Sistema inmunológico inmaduro: Los recién nacidos y los niños pequeños no tienen sus defensas completamente desarrolladas, lo que facilita la proliferación del hongo.
- Uso de antibióticos: Si tu pequeño ha tomado antibóticos recientemente, es posible que la candidiasis oral aparezca. Esto se debe a que los antibióticos no solo eliminan bacterias malas, sino también las buenas que mantienen a raya a la Candida.
- Uso de chupetes o biberones mal higienizados: Si no se limpian bien, pueden convertirse en un foco de infección.
- Transmisión de la madre al bebé: Si la madre tiene candidiasis en los pezones o infecciones vaginales por Candida, puede pasársela al bebé durante el parto o la lactancia.
- Boca seca: La saliva ayuda a controlar los microorganismos en la boca, así que si hay poca saliva, el hongo puede crecer más fácilmente.
¿Cómo afecta a los niños pequeños en comparación con los mayores?
La candidiasis oral es mucho más común en bebés y niños pequeños, y suele ser más molesta para ellos. ¿Por qué? Porque su sistema inmunológico aún está madurando, lo que hace que el hongo Candida albicans tenga más libertad para crecer sin encontrar demasiada resistencia. Además, los bebés no pueden explicarnos qué les pasa. Solo notamos que están inquietos, irritables o que rechazan el pecho o el biberón, lo que puede ser angustiante para los padres.
Imagina a tu pequeño queriendo comer, pero cada vez que succiona siente incomodidad o dolor en su boquita. Como no sabe expresarlo con palabras, puede que llore más de lo normal o parezca frustrado sin motivo aparente. A veces, también puede afectar la zona del pañal, ya que el hongo puede propagarse a otras partes del cuerpo.
En cambio, en niños mayores y adultos, la candidiasis oral es menos frecuente. Cuando aparece, suele estar relacionada con factores como un sistema inmunológico debilitado por alguna enfermedad (como la diabetes) o tratamientos prolongados con antibióticos o corticoides, que pueden alterar el equilibrio natural de la flora bucal. La gran diferencia es que los niños más grandes pueden decirnos si sienten ardor, dolor o una sensación extraña en la boca, lo que facilita detectarla y tratarla rápidamente.
Aunque la candidiasis oral puede ser molesta a cualquier edad, en los más pequeños es especialmente importante estar atentos a los signos, porque no pueden explicarnos lo que sienten. Si notas que tu bebé está más irritable de lo normal, tiene dificultades para comer o ves esas características placas blancas en su boca, es buena idea consultar con el pediatra para confirmar el diagnóstico y tratarlo a tiempo.
¡Nada que no se pueda solucionar con un poco de atención y cuidados adecuados!
Tratamiento de la candidiasis oral en niños
Si el pediatra confirma que tu pequeño tiene candidiasis oral, seguramente recetará un antifúngico en gel o líquido, como nistatina o miconazol. Se aplica varias veces al día directamente en la boca hasta que la infección desaparezca.
Algunos consejos para aplicar el tratamiento correctamente:
- Usa una gasa limpia o tu dedo (bien lavado) para esparcir el medicamento en las zonas afectadas.
- No suspendas el tratamiento antes de tiempo, aunque las manchas blancas desaparezcan.
- Si estás dando el pecho y tienes molestias en los pezones, consulta al médico; podrías necesitar tratamiento.
- Esteriliza chupetes, biberones y mordedores para evitar reinfecciones.
- Lava bien tus manos antes y después de aplicar el medicamento.
- Si el bebé usa tetinas o pezoneras, cámbialas o desinféctalas con frecuencia.
¿Se puede prevenir la candidiasis oral?
Sí, y aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Limpia bien los chupetes, biberones y mordedores. Hiérvelos con frecuencia o usa un esterilizador.
- Si amamantas, mantén una buena higiene de los pezones. Lávalos con agua y sécalos bien después de cada toma.
- Evita dar antibióticos innecesariamente. Si tu hijo los necesita, sigue las indicaciones médicas y consulta sobre probióticos para ayudar a mantener un equilibrio en su flora bucal.
- Lava bien las manos antes y después de alimentar o limpiar la boca de tu bebé.
- Fomenta la higiene bucal desde pequeño. Aunque sea un bebé, puedes limpiar su boca con una gasa húmeda después de cada toma.
Consejos de dentistas sobre la candidiasis oral
Hablando con varios dentistas sobre este tema, me han dado consejos muy útiles para manejar y prevenir la candidiasis oral en los niños.
Aquí te los comparto:
- No intentes quitar las manchas blancas frotando con fuerza. Aunque puedan parecer restos de leche, son lesiones en la mucosa bucal, y si las raspas, puedes causar irritación, dolor e incluso pequeñas heridas que empeoren la infección.
- En niños mayores, un buen enjuague bucal después de tomar antibióticos puede ayudar. Los antibióticos pueden alterar el equilibrio de las bacterias buenas en la boca, facilitando el crecimiento de Candida albicans. Un enjuague con agua o, si el niño es mayor, con un colutorio recomendado por el dentista, puede ayudar a mantener la flora bucal equilibrada.
- Si la candidiasis es recurrente, consulta con el pediatra. Si notas que vuelve con frecuencia, podría haber un problema subyacente, como un sistema inmunológico debilitado o deficiencias nutricionales. Detectarlo a tiempo puede evitar complicaciones futuras.
- Mantén una higiene bucal adecuada, incluso en los bebés. Aunque aún no tengan dientes, puedes limpiar sus encías con una gasa húmeda después de cada toma para reducir el crecimiento de hongos y bacterias.
- Esteriliza chupetes, mordedores y biberones con frecuencia. Estos objetos pueden ser un refugio para el hongo y causar reinfecciones si no se mantienen bien limpios.
- Si das el pecho y tienes molestias, trata ambos al mismo tiempo. La candidiasis puede transmitirse entre la boca del bebé y el pecho de la madre. Usar una crema antifúngica si hay síntomas en los pezones puede evitar el contagio mutuo.
Con estos cuidados, la candidiasis oral será mucho más fácil de manejar y prevenir. ¡Tu pequeño te lo agradecerá!
Tranquila, ¡esto tiene solución!
Si tu bebé tiene candidiasis oral, no te preocupes más de la cuenta. Es algo muy común en los más pequeños y, aunque pueda parecer molesto, con el tratamiento adecuado desaparecerá en poco tiempo. Lo más importante es seguir las indicaciones del pediatra, aplicar el medicamento correctamente y mantener una buena higiene para evitar que vuelva a aparecer.
Recuerda que tu bebé aún está desarrollando su sistema inmunológico, y pequeñas molestias como esta forman parte del proceso. Con paciencia y cuidados, en pocos días estará completamente bien.
Y sobre todo, confía en ti. Eres la mejor persona para cuidar de tu pequeño y, con la información correcta, puedes afrontar cualquier situación. Así que respira profundo, aplica estos consejos y sigue adelante con tranquilidad.
¡Lo estás haciendo genial!