El 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia. Esta enfermedad produce dolor en los tejidos blandos alrededor de las articulaciones y en todo el cuerpo.
Es una patología frecuente que afecta en mayor medida a las mujeres, aunque también puede aparecer en hombres, niños y adolescentes. El nombre de fibromialgia se deriva de «fibro», o tejidos fibrosos, «míos», o músculos, y «algia», que significa dolor.
Desde elDiario.es informan que esta enfermedad «afecta a más de 900.000 personas en España».
Las causas que llevan a esta enfermedad son:
–Genética: La fibromialgia suele ser hereditaria.
–Infecciones: Algunas enfermedades parecen desencadenar la fibromialgia.
–Sucesos físicos o emocionales: Muchos estudios científicos han comprobado que la fibromialgia puede desencadenarse por un suceso físico o por estrés psicológico prolongado.
Un 68% de los pacientes diagnosticados de fibromialgia padecen depresión. «La fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor, ya que afecta al modo en que el cerebro y la médula espinal procesan estas señales y además tiene una incidencia clara en la salud mental», explica el profesor de Neurociencias, Diego Redolar.
El profesor también añade que los «trastornos como la depresión y la ansiedad tienen una gran prevalencia en pacientes fibromiálgicos, cronificando y empeorando el curso y la evolución de la patología”.
La psiquiatra Raquel Calles Marbán explica cuáles son los síntomas psicológicos de la fibromialgia:
–Insomnio: Uno de los síntomas de esta enfermedad es la dificultad para conciliar el sueño. Las personas con fibromialgia tienen complicaciones a la hora de concentrarse.
–Depresión: A causa del deterioro emocional las personas con fibromialgia padecen depresión.
–Trastornos de ansiedad: También pueden sufrir algún tipo de trastorno de ansiedad.
–Baja autoestima: Esta enfermedad provoca emociones pesimistas y negativas, por la sensación de vulnerabilidad y dependencia.
La fibromialgia también puede ocasionar otros síntomas como:
Rigidez
La rigidez del cuerpo puede notarse después de permanecer sentado por períodos prolongados o por cambios de la temperatura. El dolor suele empezar en pocas regiones corporales y, con el tiempo, se va extendiendo. Otras veces el paciente explica que el dolor es insoportable, ya que siente tensión, quemazón, pinchazos, finas agujas…
Dolores de cabeza
Los pacientes con fibromialgia pueden experimentar dolores de cabeza, jaquecas, tensión, dolores de la cara y de las mandíbulas.
Dolores abdominales
Otros síntomas son los trastornos digestivos, dolores abdominales, estreñimiento y/o diarrea.
Parestesia
La parestesia se asocia con un entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
Vértigo
Los pacientes pueden experimentar problemas de vértigo y/o del equilibrio, porque la fibromialgia afecta los músculos esqueléticos de seguimiento de los ojos.
«Síndrome de las piernas inquietas»
Las personas que sufren esta enfermedad presentan un trastorno neurológico conocido como el «síndrome de las piernas inquietas», ya que no pueden controlar mover las piernas, sobre todo, cuando están descansando.
Sensibilidad a la temperatura
Algunos pacientes tienen frío en forma anormal, mientras que otros tienen calor también en forma anormal. Se manifiesta una sensibilidad al frío en las manos o en los pies.
«En el caso de comorbilidad psiquiátrica, es evidente que es necesario valorar la administración de fármacos como antidepresivos, que mejoran el sueño y reducen la sensación de dolor, pero también analgésicos o incluso opiáceos en determinados casos, y todo ello sin olvidar la psicoterapia, que supone también grandes beneficios», explica psiquiatra Eduardo Reguera.
Los pacientes con fibromialgia pueden realizar ejercicio físico para reducir el dolor y mejorar la calidad del sueño. No es necesario realizar deportes intensos. Es aconsejable hacer ejercicio aeróbico de bajo impacto, como caminar rápido, montar en bicicleta o realizar ejercicios.
«En cualquier caso estos pacientes deben concienciarse de que deben realizar al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico tres veces por semana, y mantener este esquema con regularidad a lo largo del tiempo», dice Eva Vaquerizo, la jefa asociada del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid).
La fisioterapia puede llegar a ser muy eficaz en el tratamiento de la fibromialgia, porque aumenta la flexibilidad muscular y promueve la relajación.
Las sesiones deben ser personalizadas y puede realizarse de 2 a 4 veces por semana. El especialista utilizará dispositivos de electroterapia, para relajar puntos dolorosos y mejorar la circulación.
Los pacientes también pueden realizar los ejercicios de relajación y movilidad para reducir el dolor, la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
Los factores de riesgo de la fibromialgia son los siguientes:
–El sexo: Esta enfermedad se diagnostica con más frecuencia en las mujeres que en los hombres.
–Antecedentes familiares: Los expertos explican que es más probable que sufras de fibromialgia si uno de tus padres también tiene la afección.
–Otras enfermedades: Es más probable que tengas fibromialgia si tienes osteoartritis, artritis reumatoide o lupus.