Sin duda alguna, los niños constituyen un grupo de población que es uno de los más susceptibles de padecer alguna enfermedad. A fin de cuentas, sus sistemas de defensa no están tan desarrollados como los del resto de ciudadanos y no cabe la menor duda de que eso les genera problemas a la hora de combatir cualquier tipo de problema de salud que les pueda amenazar. Los padres y madres, desde luego, tienen que suplir esa falta de defensas de sus niños con la mayor dedicación posible. De lo contrario, los riesgos aumentan de una manera exponencial.
Uno de los problemas más grandes a los que se enfrentan los niños es a la falta de salud dental que presenta este grupo de población en los tiempos que corren en nuestro país. Desde luego, son muchos los expertos en la materia que han alertado de los problemas que conlleva este tipo de asuntos. Y es que en España tenemos que mejorar en lo que tiene que ver con este aspecto. La verdad es que no es la mejor manera de demostrarle al resto del mundo la apuesta sanitaria que hemos desarrollado en nuestro país con el paso de los años.
Una noticia que fue publicada en el portal web Gaceta Dental informaba de que el 31% de los niños menores de 6 años tiene caries. Era una noticia que vio la luz en este medio en marzo del año pasado y que por tanto tenemos que tomarnos el asunto muy en serio. No se trata de cosas que hayan pasado hace demasiado tiempo y que hayamos conseguido resolver, sino que se trata de cuestiones más bien relacionadas con la más rabiosa actualidad y contra las que hay que operar hoy mejor que mañana. Esa debe ser nuestra estrategia a seguir de manera inmediata.
La verdad es que el problema va mucho más allá de lo que parece. Según una noticia que fue publicada en el portal web Infosalus, más de la mitad de los niños entre 4 y 13 años ha sufrido algún problema dental en el último año. Eso dice demasiado de un asunto como la salud dental en el interior de nuestras fronteras. Y eso también indica que hay que poner todavía mucho más empeño del que ya ponemos para tratar de resolver un problema que, desde luego, está causando verdaderos estragos en una sociedad como la nuestra.
Los niños constituyen el grupo de población al que la salud dental perjudica de una manera más amplia. Son muchos los años en los que se lleva combatiendo este problema social que comprende a toda España y los datos han ido empeorando con el paso de los años. Los profesionales de una entidad como lo es la clínica dental Lorenzo nos han comentado que sigue siendo necesario meter dinero en materia educativa e incidir mucho más en este asunto involucrando al mismo tiempo a los padres y madres y haciendo que los tutores de colegios e institutos también realicen un seguimiento a este respecto.
Algo que funciona en otros países
Lo que acabamos de comentar no es nuevo, la verdad. En otros países de nuestro entorno se han desarrollado diferentes técnicas como las que os hemos comentado y los resultados han sido realmente positivos. Por tanto, ¿por qué no puede funcionar este asunto en un país como lo es el nuestro? No cabe la menor duda de que no tenemos elección: si no somos capaces de mejorar la educación dental de nuestros mejores será totalmente imposible que mejoremos los datos que caracterizan a la salud dental de nuestro país. Y esa sería una de las peores noticias que nos podrían dar en los tiempos que corren.
Lo cierto es que la preocupación sigue en aumento y que solo a través de técnicas como las que os estamos comentando pueden servir para revertir la situación. Desde luego, lo que es evidente es que algo hay que hacer y que no nos podemos quedar de brazos cruzados. Hay que conseguir que los niños empiecen a asumir como propio el cuidado de sus dientes desde que son bien pequeños. Solo de esa manera, serán ellos mismos los que perpetúen esta tradición a sus descendientes y empecemos a generar una cultura dental en España.
Solo el futuro nos puede decir si las técnicas para mejorar la salud dental de nuestros pequeños funcionan o no. Habrá que estar atentos a estos asuntos, desarrollarlos todavía más si comprobamos que funcionan o implementar nuevas técnicas si no funcionan. Pero estar en constante movimiento asegura que, al menos, podamos estrechar el círculo hasta dar con lo que realmente genere un resultado que esté acorde a lo que nosotros queremos conseguir. Y ese debe ser el fin último al que necesitamos llegar. Y más pronto que tarde.