La ropa de la que disponemos forma parte de nuestra vida y, en cierta medida, la caracteriza. A nadie le extrañará que digamos que las prendas de vestir de las que hacemos gala durante nuestro día a día no solo nos proporcionan esa comodidad que siempre es necesaria para no padecer sufrimientos, sino que también son elementales en lo que tiene que ver con ofrecernos un estilo definido y determinar de este modo quiénes somos. De hecho, el valor de la ropa hoy en día está mucho más centrado en eso, en ofrecernos un estilo que sea muy definido y que nos ubique dentro del espectro de la moda.
Esto que hemos mencionado vale para cualquier tipo de persona. Al hablar de moda, normalmente se tiene en consideración a gente joven o de mediana edad, pero se saca del juego a dos tipos de públicos muy especiales: el de los niños o niñas y el de las personas ancianas. Esto, como no puede ser de otra manera, es injusto y creemos que hay que reivindicar la necesidad de que exista un conocimiento mucho más grande de la moda relativa a estos dos públicos, que son tan importantes como lo puede ser cualquier otro.
Vamos a hablar, en estos párrafos, de uno de estos dos mercados en concreto. Nos referimos al de la moda infantil, que es verdad que poco a poco se está consolidando como uno de los más importantes dentro del sector general de la moda. Aunque es verdad que las tasas de natalidad están cayendo en todos los pueblos, ciudades y regiones de nuestro país, también es cierto que, por cada niño o niña, se compran mayores cantidades de prendas para dotarle de ese fondo de armario y de ese estilo al que antes hacíamos referencia.
Como consecuencia directa de ello, encontramos que los datos relativos a la facturación están sonriendo al sector concreto del que venimos hablando. Y os lo vamos a demostrar con noticias que han ido saliendo en los últimos años en diferentes medios de comunicación. La primera de ellas, que además vais a encontrar enlazada a continuación, proviene del portal web Modaes e indica que la moda infantil había visto aumentadas sus ventas en un 12’2% a lo largo del año 2021 y que esperaba seguir creciendo el año siguiente con un 8’7%. Sin duda, estamos hablando de crecimientos que son interesantes y que demuestran que el sector dispone a día de hoy de una buena salud.
Pero es que estos no son los únicos datos positivos que nos encontramos dentro del sector. A los que ya están confirmados de años anteriores se unen las buenas previsiones de este 2023. Y es que, de acuerdo con la información a la que hemos podido tener acceso gracias al portal web Fashion Network, en 2023 se espera que el negocio español de la moda infantil se incremente en un 7%. Estamos hablando de que se van a encadenar varios años consecutivos de crecimiento y que un sector como este va a poder decir sin miramientos que ha dejado atrás de una manera bastante notable la crisis económica provocada por el coronavirus.
Que el sector de la moda infantil esté viviendo una serie bastante interesante de años de crecimiento está haciendo que las empresas que se encuentran dentro del sector estén creciendo en cuanto a número. Así lo han constatado desde Catalinos, quienes apuntan que el número de empresas que trabajan artículos ligados a la moda infantil se han incrementado en un nada despreciable 20% desde el final del confinamiento. Sin duda, este tipo de negocio está de enhorabuena y ha venido a experimentar uno de los mejores momentos de su historia.
Está claro que esto es positivo para la economía española. Hace algunos siglos éramos una potencia absoluta en lo que tenía que ver con el textil, pero lo cierto es que empezamos a quedarnos atrás con el descubrimiento y el desarrollo de nuevos mercados, algo que es bastante habitual en la historia de la economía. Sin embargo, hemos encontrado la manera de volver a ser competitivos en lo que a moda en general se refiere y creemos que el negocio de la moda infantil es uno de los que más está trabajando en que esto sea posible. Ojalá que sigamos por este camino durante muchos años más.
El pequeño comercio es imprescindible en este cometido
El sector del que estamos hablando necesita del pequeño comercio. Es cierto que todos los sectores de actividad de un país necesitan no solo que haya empresas grandes, sino que también exista un volumen determinado de empresas pequeñas y medianas. Pero este creemos que es uno de los casos en los que mejor se observa esta necesidad. Un porcentaje muy grande de personas compra las prendas para sus niños y niñas en tiendas de proximidad, muchas veces ni siquiera tenemos que salir de nuestro pueblo para hacerlo. Y, claro, eso a fin de cuentas es lo que permite que haya una cierta dependencia, en el buen sentido de la palabra, sobre estos negocios por parte de las familias.
A nivel general, las pymes proporcionan el 99% de los puestos de trabajo en el interior de nuestras fronteras, así que podréis entender un poco por dónde viene nuestra argumentación. Está claro que el sector de la moda infantil también ha colaborado para que esto sea posible y que se debe hacer todo lo que sea posible por mantener la viabilidad de los pequeños negocios, que son los más cercanos y los que siempre nos van a poder asesorar mucho mejor en el producto que queremos.
Creemos que, en ese sentido, se están haciendo muchas cosas bien en España. Hay muchas ciudades y municipios que han sacado adelante concursos en los cuales de trata de promover el comercio local, que sobre todo fue golpeado durante la crisis de 2007, la más dura de todas cuantas habíamos tenido desde el crack de 1929. Aunque hemos tenido años muy malos en lo que al comercio local se refiere, eso ya está cambiando y está volviendo a ponerse de moda comprar en nuestros barrios, por lo menos en algunos lugares.
Que no les falte de nada a los peques
Podríamos decir que tenemos la suerte de que, a día de hoy, se le pueden ofrecer muchísimas más facilidades a los peques en comparación a las que se les podía facilitar hace algunos años y hace varias décadas. Muchos de nuestros abuelos y abuelas padecieron las miserias de la guerra y la posguerra. Nuestros padres y madres tuvieron una vida mejor, no pasaron hambre, pero sí que encontraron limitaciones. Ahora, la generación que tiene 40 o menos años puede presumir de haber tenido una nómina de opciones muy grandes casi en cualquier aspecto de la vida, siendo la ropa una de las que mejor lo define.
Todos y todas tenemos claro que es una suerte lo que comentábamos en el párrafo anterior… pero también debemos tener claro que, entre toda esa amalgama de opciones que tenemos para vestir a nuestros pequeños y pequeñas, vamos a encontrar la manera que tenemos de definir nuestro estilo. Es más importante que nunca que definamos cómo queremos vestir porque eso va a tener una influencia directa en el hecho de cómo queremos que nos vea la gente.
Es importante que los padres y madres determinen durante los primeros años de la vida de su hijo o hija cómo ha de vestirse esta pequeña criatura. Cuando esta ya vaya adquiriendo una cierta racionalidad, es conveniente que se les vaya dando peso en la toma de decisiones, sin que su opinión tenga necesariamente que prevalecer sobre la de los progenitores. Será cuando llegue la adolescencia cuando nuestros hijos e hijas deban empezar a decidir por sí mismos y al 100% sus decisiones en materia de gustos con la ropa.
Este es un asunto al que no siempre se le da la relevancia que merece, tal y como decíamos al principio. Sin embargo, la importancia de la vestimenta en los tiempos que corren es más grande que en ningún otro momento de la Historia porque vivimos en la sociedad de la imagen y es clave que generemos buenas impresiones entre todas aquellas personas que nos rodean o que pueden proporcionarnos, por ejemplo, una oportunidad laboral. Además, en las redes sociales es importante mantener un estilo porque gracias a él vamos a tener la posibilidad de ser más populares si es que es eso lo que queremos.
Cuidar de la vestimenta no es clave solo durante la infancia. Hemos dedicado parte del artículo a hablar de ella en edad infantil, pero es evidente que las prendas de las que dispongamos van a tener importancia en todos y cada uno de los momentos de nuestra existencia. Nunca podemos olvidarnos de eso porque es una de las claves de la vida humana y nos va a condicionar en muchos sentidos. En nuestra mano está que sea más para bien que para mal.
