La erosión dental es una afección bucal muy común, que no sólo afecta a los mayores y adultos, sino también a los niños.
A continuación, explicaremos en qué consiste y como evitarlo.
¿Qué es la erosión dental?
La erosión dental consiste básicamente en la pérdida de la estructura del diente, bien la dentina o bien el esmalte, a causa del contacto de éstos con ácidos.
Los ácidos tienen dos orígenes:
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Interior: son aquellos ácidos provenientes del interior del mismo cuerpo, tales como la bilis, el ácido estomacal, reflujos o vómitos.
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Exterior: aquellos ácidos que provienen de fuera del cuerpo, como las bebidas o alimentos.
Los ácidos interiores suelen ser los menos frecuentes, pero lo exteriores son los que de verdad ponen en peligro la salud dental, como la ingesta de bebidas azucaradas o los zumos de frutas, entre otros.
Una sola toma o varias con suficiente espacio de tiempo (de cuando en cuando), no afecta en sí al desgaste de los dientes, sino todo lo contrario: el contacto directo de los dientes con uno o varios de estos ácidos, puede provocar un desgaste de la estructura dental y, por ende, la erosión.
Cuál es el proceso de una erosión dental
La erosión total de un diente a causa del contacto continuo de un ácido (exterior o interior), tiene un proceso de dos etapas:
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Erosión: el ácido, al entrar en contacto directo con el diente, recubre la superficie del mismo y elimina los mineras que se encuentran en el interior de la estructura dental. Esta invasión hace que se ablande la superficie externa de la pieza dental.
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Desgaste: en la segunda etapa de la erosión., se lleva a cabo el desgaste. Consiste en el desgaste del diente afectado, ya que su superficie estructural ya ha sido dañada y, al causar fricción con otros dientes, se va erosionando.
Las partes superiores de los dientes, en las que se produce la mordida (denominadas como superficies oclusales), son las zonas más afectadas por la erosión. dental.
Sin embargo, cuando el ácido causante de la erosión dental es proveniente del interior de cuerpo, también las superficies interiores de los dientes son dañados.
¿Qué consecuencias tiene una erosión dental?
Las consecuencias de verse afectado por una o varias erosiones dentales, hace que se afecte negativamente no sólo la apariencia de la boca y la sonrisa; sino también la salud.
En tema de salud, los dientes con erosión son más sensibles tanto al calor como al frío. Es por ello que se cause dolor cuando se tome una bebida helada o cuando se tome algún alimento o bebida caliente.
Por los mismos motivos, los dientes no podrían llegar a hacer la mordida adecuada o normal, pudiendo causar roces o fricciones peligrosas con otros dientes o con la encía o lengua.
Visualmente, los dientes podrás parecer más pequeños o cortos de lo normal, ya que la superficie de los bordes de los mismo están desgastados.
Los dientes también podrán parecer más afilados, ya que su estructura ha sido dañada.
Los dientes podrían llegar a astillarse o a fracturarse, ya que su superficie es mucho más delgada de lo que deberían ser.
Un diente con erosión podría llegar a tener un aspecto más oscuro de lo normal, ya que al estar el esmalte más delgado, se podría hacer visible la capa interior de la dentina, de color marrón amarillento.
Cómo prevenir la erosión dental en los niños
Tal y como aconsejan los profesionales del Consejo General de Dentistas o HQ Tenerife, debes tomar estas medidas preventivas antes de que se presente la erosión. dental. Si notases algún síntoma, acude al dentista que use tratamiento de coronas y empaste para poder reparar o sustituir la pieza dental dañada.
Una manera de prevenir la erosión de los dientes en los niños, es evitar el tomar bebidas azucaradas y ácidas. Tanto para la salud dental como la corporal, estas bebidas son perjudiciales, por lo que se deben evitar o tomar en medida muy ocasional.
Estas bebidas se incluyen: refrescos, zumos industriales, bebidas energéticas y bebidas para deportistas.
De igual modo, tampoco es aconsejable añadir trozos de cítricos (limas, naranjas, limones, pomelos…) a las bebidas, incluso al agua. El ácido cítrico de estas frutas, hacen que el pH del agua disminuya, haciendo que la bebida sea ácida.
Si se tomaran estas bebidas ácida o frutas cítricas, sería recomendable después beber leche o agua, o comer un trozo de queso. Esto permite neutralizar los ácidos consumidos antes, y poder proteger los dientes.
Después de tomar ácidos o vomitar, es aconsejable cepillarse los dientes y emplear enjuague bucal. Si se estuviera fuera de casa, masticar un chicle sin azúcar ayudar a producir saliva y enjuagar los ácidos que queden en la boca.
Cuida de su salud bucal desde el inicio y te lo agradecerá toda su vida.