Es muy común entre los papis y mamis, pasar ampliamente de los problemas dentales de sus hijos e hijas cuando estos son pequeños, porque mientras los dientes son de leche, piensan, no pasa nada si tienen caries, ya se les caerán y les saldrán otros, opina la mayoría. Pero esto es un error, porque un problema en un diente de leche, podría ocasionar futuros problemas en el diente definitivo.
Pero, vayamos por parte. Para empezar, vamos a intentar explicar qué es esto de la caries. Pues bien, la caries es una infección de los dientes. En la boca, hay bacterias, como el Streptococcus mutans, que usan los azúcares de la comida para producir ácidos, que van corroyendo el diente, primero el esmalte y luego las capas más profundas (la dentina y la pulpa). Para compensar, la saliva y el flúor van remineralizando el diente. Entre el ataque ácido y la remineralización los diente, acaban por erosionarse y aparecen la caries.
Los principales factores que intervienen en la aparición de caries
- La composición de la flora bacteriana de la boca, que favorece la aparición de caries
- El tiempo de contacto de los azúcares con los dientes.
- La fortaleza del esmalte, y su capacidad para remineralizarse.
Las caries en los bebés
Para empezar, será el pediatra quien lo observé en la consulta y si sospecha que tiene caries o que tiene mucho riesgo, lo enviará al odontopediatra, afirman en la clínica dental ZM Centro de Odontología Avanzada, que trabaja con el objetivo de mejorar la sonrisa y la calidad de vida de todos y cada uno de sus paciente. Su equipo está liderado por el Dr. Eduardo Andrés Zorzet, especialista en implantes dentales, y la Dra. Bárbara Markiewicz, especialista en ortodoncia y dolor articular, ambos dentistas y profesionales con más de 25 años de experiencia, que tienen una clínica dental en Toledo y otra en Argés. Entre sus especialidades, se encuentra la odontopediatría, y están orgullosos de contar con infinidad de peques contentos entre sus paciente favoritos.
Al principio la caries solo está en el esmalte y no duele. Se ve como una mancha blanca sin brillo. En esta fase, para que se cure, basta con limpiar bien los dientes, quitar la placa dental y que el dentista le haga un tratamiento con flúor. Pero después, la mancha se hace más oscura y aparece el agujero, que cada vez es más profundo hasta llegar a la dentina y a la pulpa. Entonces da dolor y va destruyendo el diente. La infección puede producir un flemón y afectar al diente definitivo que crece debajo.
La caries suele aparecer en las muelas, ya que son las que mastican y tienen recovecos, y por eso pueden quedar restos de alimentos que usan las bacterias para producir ácidos. Un caso especial en los bebés es la “caries del biberón” que afecta sobre todo a los incisivos superiores y a los primeros molares, y puede ser muy agresiva y llegar a destruirlos. Suele atacar a los bebés que se duermen con el biberón en la boca, sobre todo si lleva zumos u otros líquidos azucarados, o en los que ya tienen dientes y se quedan dormidos tomando el pecho. ¿Sabes que la leche materna, si está mucho tiempo en contacto con los dientes favorece la producción de ácido? Sí, incluso la materna, así que mucho cuidadito con esto,
Par evitar que mi bebé tenga caries sigue estos consejos:
- Evita pasarle la flora bacteriana cariógena. Los cuidadores, sobre todo la madre, son quienes le pasan su flora. Por ello, deben cuidar su propia boca, desde el embarazo y también después. Hay que evitar las acciones que facilitan este paso (chupar el chupete, biberón o cuchara del bebé, soplar su comida para enfriarla…).
- Limpia las encías con una gasa con agua desde los primeros meses de vida, antes de que salga el primer diente. Limpiar o cepillar los dientes desde que sale el primero; al inicio solo con agua. Cuando ya sepa escupir la saliva cepíllalos con un barrillo de pasta dental fluorada (de 1000 ppm de flúor) y a partir de los 3 años con una cantidad similar a un guisante.
- Se deben lavar al menos 2 veces al día, después del desayuno y antes de irse a la cama y, si es posible, tras cada toma de alimento. Aunque quiera hacerlo solito, siempre debes ayudarle, al menos hasta más o menos los 8 años de edad.
- No pongas azúcares en el chupete ni en el biberón. Intenta que el bebé no se duerma succionando el pecho o el biberón. Cuando ya tome otros alimentos, el agua debe ser la bebida principal. No se recomienda tomar ni zumos ni refrescos, sobre todo entre horas.