Es curioso comprobar cómo, a pesar de contar con armarios empotrados en la mayoría de viviendas de obra nueva o reformadas, las nuevas mamás nos empeñamos en comprar cajoneras para las habitaciones de nuestros bebés, como si en el armario no pudiéramos guardar su ropa. A veces creo que mis amigas, cuando hacen esto, piensan que la ropa es tan pequeña que si la guardan en un armario tan grande va a desaparecer y la encontrarás solo cuando su hija haga limpieza dentro de 15 años. Eso o piensan que es la puerta a Narnia, no lo sé. Pero el caso es que todas, sin excepción, han preferido gastar dinero en una cajonera nueva antes que hacer lo que hice yo: usar el armario empotrado de la habitación.
LEER MÁS